He estado pensando en eso del amor, tantas personas hablan de él, lo crean, lo destruyen, lo comparten, hasta lo venden en fechas especiales (bueno, algunas mujeres de manera habitual) Y sin embargo, nadie termina por definirlo de la manera correcta.
Yo siempre pensé que el amor era predestinado, que encontrabas a la persona especial, la veías por primera vez y perfectamente sabías que tenías que estar con ella por el resto de tu vida. Muchas veces me engañé y defraudé de esta manera, pensando que el falso enamoramiento que sentía hacia una persona era el amor puro que aparecía a mi puerta, entraba sin pedir permiso y me decía “ella es con la que estarás el resto de tu vida”. Por un tiempo todo iba bien.
Pero luego sucedió que ese amor me dejó, la persona que alguien había creado para mí no estaba conmigo. Entonces debí de haberme equivocado, de chica o de creencia. Lo volví a intentar, con una y con otra y con otra. Sin cambiar mis paradigmas me enamoraba de forma compulsiva, engañándome y desgastándome poco a poco y sin darme cuenta. Por que bien es sabido que el corazón así como el cuerpo se desgasta. Se va acostumbrando al mal querer y los besos simplemente ya no saben igual. Mi lista continúo aumentando y a las personas aún les parece curioso que tantas personas hayan pasado por mi vida. Cuando menos te das cuenta ya ha pasado mucho tiempo y ya no quedan ganas. Es curioso ver como la vida se va llenando de antiguas novias y te vas quedando sin amigas. Pero yo no lo veía ni quería cambiarlo.
Con el sexo todo fue peor. En verdad, es uno de los placeres en la vida, pero como todos ellos es demasiado peligroso y usualmente el costo que terminas pagando es más grande de la inversión inicial que pensabas hacer en un principio. Das demasiado amor, dinero, tiempo, esfuerzo para darte cuenta que lo estás haciendo con una persona que no amas realmente y te das cuenta que el sexo con amor no es la cursilería que pensabas. Y lo volví a intentar, una y otra vez, la lista vuelve a crecer, ahora de manera distinta. La cuenta crece y cada vez quedo a deberle más al corazón. El egoísmo me hace entender que a cada momento que comparto con una persona de esta manera le voy regalando un trozo de mi corazón, pero al no amarla de la manera debida ella no puede entregarme el suyo y lentamente me voy quedando vacío.
Últimamente he pensado mucho en el amor, en el desamor, en la infidelidad, en los matrimonios por sólo 5 años, en que los noviazgos largos pueden ser bastante aburridos y monótonos. Pero me doy cuenta, que el amor ya no es como lo pensaba, no sólo al idealizarlo y creer que todo era como un cuento de blancanieves, enamorarse y vivir felices por siempre. El amor no es así.
Es una elección, que haces día con día, que reflejas con la persona con la que estás, pero también cuando no está ella. Es preocuparse y entender que no todo es dulce entre dos personas, que el gran precio que pagas con el sacrificio diario de tener que aguantar a otra persona no se compara con la recompensa de amarla, de saber que es lo más importante para ti, de sentir que lentamente dejan de ser dos y comienzan a hacerse uno solo. El amor es como el sexo, cuando es bien llevado a cabo, las dos personas se funden en una sola, hasta terminar las barreras donde comienza uno y empieza el otro. Pero eso sólo se logra, día con día, no todo es pasión y excesos. También está el aguantar, el esforzarse, un pequeño ejercicio diario de ver que uno puede dejar de ser un poquito egoísta y centrarse en otra persona.
Ahora entiendo que yo sólo buscaba el amor en el desenfreno, en los besos desesperados y los orgasmos furtivos. Ahora entiendo que sólo es cuestión de educar al cuerpo y al corazón, enseñarles a disfrutar de otros sabores, el corazón también tiene su paladar, sólo es cuestión de enseñarlo a disfrutar los momentos agríos, amargos y salados de la vida. Por que no todo es dulce entre dos personas.
Yo siempre pensé que el amor era predestinado, que encontrabas a la persona especial, la veías por primera vez y perfectamente sabías que tenías que estar con ella por el resto de tu vida. Muchas veces me engañé y defraudé de esta manera, pensando que el falso enamoramiento que sentía hacia una persona era el amor puro que aparecía a mi puerta, entraba sin pedir permiso y me decía “ella es con la que estarás el resto de tu vida”. Por un tiempo todo iba bien.
Pero luego sucedió que ese amor me dejó, la persona que alguien había creado para mí no estaba conmigo. Entonces debí de haberme equivocado, de chica o de creencia. Lo volví a intentar, con una y con otra y con otra. Sin cambiar mis paradigmas me enamoraba de forma compulsiva, engañándome y desgastándome poco a poco y sin darme cuenta. Por que bien es sabido que el corazón así como el cuerpo se desgasta. Se va acostumbrando al mal querer y los besos simplemente ya no saben igual. Mi lista continúo aumentando y a las personas aún les parece curioso que tantas personas hayan pasado por mi vida. Cuando menos te das cuenta ya ha pasado mucho tiempo y ya no quedan ganas. Es curioso ver como la vida se va llenando de antiguas novias y te vas quedando sin amigas. Pero yo no lo veía ni quería cambiarlo.
Con el sexo todo fue peor. En verdad, es uno de los placeres en la vida, pero como todos ellos es demasiado peligroso y usualmente el costo que terminas pagando es más grande de la inversión inicial que pensabas hacer en un principio. Das demasiado amor, dinero, tiempo, esfuerzo para darte cuenta que lo estás haciendo con una persona que no amas realmente y te das cuenta que el sexo con amor no es la cursilería que pensabas. Y lo volví a intentar, una y otra vez, la lista vuelve a crecer, ahora de manera distinta. La cuenta crece y cada vez quedo a deberle más al corazón. El egoísmo me hace entender que a cada momento que comparto con una persona de esta manera le voy regalando un trozo de mi corazón, pero al no amarla de la manera debida ella no puede entregarme el suyo y lentamente me voy quedando vacío.
Últimamente he pensado mucho en el amor, en el desamor, en la infidelidad, en los matrimonios por sólo 5 años, en que los noviazgos largos pueden ser bastante aburridos y monótonos. Pero me doy cuenta, que el amor ya no es como lo pensaba, no sólo al idealizarlo y creer que todo era como un cuento de blancanieves, enamorarse y vivir felices por siempre. El amor no es así.
Es una elección, que haces día con día, que reflejas con la persona con la que estás, pero también cuando no está ella. Es preocuparse y entender que no todo es dulce entre dos personas, que el gran precio que pagas con el sacrificio diario de tener que aguantar a otra persona no se compara con la recompensa de amarla, de saber que es lo más importante para ti, de sentir que lentamente dejan de ser dos y comienzan a hacerse uno solo. El amor es como el sexo, cuando es bien llevado a cabo, las dos personas se funden en una sola, hasta terminar las barreras donde comienza uno y empieza el otro. Pero eso sólo se logra, día con día, no todo es pasión y excesos. También está el aguantar, el esforzarse, un pequeño ejercicio diario de ver que uno puede dejar de ser un poquito egoísta y centrarse en otra persona.
Ahora entiendo que yo sólo buscaba el amor en el desenfreno, en los besos desesperados y los orgasmos furtivos. Ahora entiendo que sólo es cuestión de educar al cuerpo y al corazón, enseñarles a disfrutar de otros sabores, el corazón también tiene su paladar, sólo es cuestión de enseñarlo a disfrutar los momentos agríos, amargos y salados de la vida. Por que no todo es dulce entre dos personas.
¿A qué sabe el amor? Dicen que sabe como a pollo.