sábado, 25 de abril de 2009

¿Y si aprendieramos a volar?




Entré a la casa y te quedaste afuera, Adelante, te dije y entraste al vestíbulo, tu figura hermosa se quedó estática, tal vez esperando mi siguiente movimiento. Esta es tu humilde casa, dije, esperando que caminaras junto a mí, pero te quedaste en el vestíbulo. Pasa, quiero enseñarte mi cuarto. Te acercaste mientra abría la puerta, está tirado, pero así me gusta. Tomaste el libro que estaba sobre mi mesa de noche “La verdadera historia del amor” ¿Qué tal, es interesante? Me preguntaste, pero lo cierto es que apenas había ojeado el libro.


Miraste mi pequeña colección de libros ¿Puedo? Claro que puedes, no tengo límites cuando se trata de ti. Irbargüengoitia, Saramago, Cortazar, Hesse. Te acercaste a la cama y de nuevo tu pregunta ¿Puedo? Por supuesto, puedes hacer lo que quieras. Te sentaste y yo tomé el libro que te había llamado la atención. Colección de relatos cortos. Relatos delirantes. Comencé a leerte un poco, te acurrucaste junto a mí, sobre mí. Te leí el cuento del gato imaginario. El de los libros. El dialogo de los amantes egocéntricos. El dinosaurio y su culta dama. Luego, el silencio.


Acercaste tu cara a mi pecho y yo acerque la mía a tu cabello. ¿Cómo saber cuando realmente quieres a una persona? Cuando su olor te parece el más hermoso del mundo. Te lo dije, acerca del olor, acerca de que te quiero. Tú escondiste tu cara entre tu cabello, te acercaste más a mi pecho. Nada de palabras. Yo me concentraba en contemplarte, mientras tú comenzabas a quedarte dormida. Te veía hermosa, perfecta, cerca de mí. En un movimiento te desperté, me miraste y nuestros labios se juntaron, sólo un momento.


Me miraste a los ojos que decían “yo también te quiero”. No necesitamos palabras, nuestros cuerpos se conocían y se comenzaban a recordar. Metiste tus manos dentro de mi camisa, debajo de mi camiseta. Fuera los estorbos, tu pecho, mi pecho. Nuestros labios se reencontraban, siempre con esa sensación de que así tenía que ser. No era un descubrimiento, era un reconocimiento. ¿De dónde te conozco? Pensaba mientras me perdía cada vez más en tu cuerpo. Pase de tus labios a tus mejillas, resbalé y tu cuello me atrapó. En tus pechos descubrí tus sentimientos, pues a pesar de su imponente figura, de su certeza de ser hermosos, no deje que me engañaran, detrás de ellos, debajo de ellos, dentro de tu pecho se escondía la verdad. Thump thump thump, como si me hubiera estado esperando.


Acurruqué mi cabeza sobre tu pecho, mi oído sentía tus vibraciones. Thump Thump Thump apresurado y después, thump… thump… thump… Tú corazón se calmaba, sabía que yo estaba ahí. Besando tu pecho, tu abdomen, tu ombligo, tu vientre. No más, no quise más. Cada momento contigo me llena de tal manera que tengo que racionarme. Contigo me lleno, contigo todo se vuelve luz y temo quedar ciego. Por eso nos besamos, mientras tus uñas recorrían mi espalda. Subías sobre mi cuerpo, mis manos acariciaban tu cintura, así como la línea perfecta que describe desde tus hombros, pasando por tu espalda y terminando en tus caderas. Te quiero, me quieres. Nada más importa.


Nos recostamos, tu cara queda enfrente de mí. Esa mirada, siempre me he preguntado que significa esa mirada. Excitación, ternura, amor pero hay algo más. Me encantas, te digo y tú vuelves a besarme. En ese momento soy tuyo y tú te conviertes en mi mundo. Y nada más importa. Nos aislamos, hacemos nuestro propio mundo, toda una religión, eres mi diosa, eres mi sol. Pones una mano sobre mi pecho, yo rodeo tu cintura y así, cuando nuestros cuerpos han superado la sorpresa de reencontrarse, de reconocerse, lentamente vamos cerrando los ojos, durmiendo nuestra conciencia, alejándonos hacia nuestro mundo, donde yo te enseño todo lo que guardé sólo para ti. Mientras tú vas haciendo que todo cobre sentido. Te Amo, nada más importa.


Imagen sacada de: http://www.flogup.com/strella_love/1032418

domingo, 19 de abril de 2009

¿Y usted señor lector que opina?


Tengo un pequeño conflicto que no sé como resolver y quiero la opinión de ustedes, hace poco tiempo escribí: "Todo tiempo pasado fue mejor" y la idea es que era una historia autoconclusiva. Todo iba bien hasta que recibí la retroalimentación, hasta ahora van dos personas que me dicen que quisieran ver una continuación. Por un lado, se me hace interesante que el texto sea interactivo (en el sentido de que tenga que escribirle una continuación por que los lectores lo piden), pero por el otro, no se me ocurre como continuarlo. En fin, quisiera que las personas que pasen por aquí me den su opinión. ¿Qué crees tú que debería hacer? ¿Escribir o dejarlo así?


Nota: La imagen la copié de http://access-moto.es/

sábado, 18 de abril de 2009

Y volver, volver, volver…


Saben, yo siempre he sido una victima. Como a muchas personas, no me gustan los cambios, eso suele ser problemático al causar conflicto con las situaciones que incitan a dichos cambios. Generalmente es una persona que tiene autoridad sobre mí, pero la mayor parte de las veces termina siendo la vida misma la que me hace que cambie. El paso de la niñez a la pubertad, de la pubertad a la adolescencia… ahora quieren que sea un adulto. El andar de una ciudad en otra, de una escuela en otra, de una novia en otra. Son muchas situaciones que se van dando, que si se casó mi hermano, que si me fui a estudiar a otra ciudad y ya no vivo con mis padres. Con el paso del tiempo me di cuenta que muchas veces estos eventos no los escogía yo, pero que la actitud que tomaba respecto a ellos estaba lejos de ser la adecuada. Yo no podía escoger que se dieran o no, pero sí como me sentía al respecto.

Poco a poco traté de tomar las cosas por el lado positivo y pensar en que podía sacarle el mejor provecho a lo que se presentará era un buen consuelo. Todo eso hasta que conocí Windows Vista. Es curioso que algo me molestará tanto, pero (por más enfermizo que parezca) para mí, mi computadora personal (llámese Ecolaptop) es más que una simple herramienta. Ahí cargo media vida y la otra mitad está en el Internet (y con la lap me conecto). Lo sé, es una exageración, pero lo que es cierto es que paso mucho tiempo frente a mi computadora, esperando y buscando la inspiración divina para escribir, hablando con personas que me importan pero están lejos, revisando libros, haciendo tareas, en fin, creo que cualquier persona que use su computadora para algo más que checar el Hotmail entenderá todo lo que puede hacer.

Bien, la bronca es que también tengo una situación especial con mi hermano, el es innovador, le gusta el orden, las cosas nuevas y muchas veces ha tenido razón cuando me dice: “mira, esto resultaría más efectivo que lo que tú estás pensando”. También, muchas veces tenía razón, también muchas veces discutimos por que yo no quería ceder en dejarlo que cambiara mi vida. Total que esta vez (creo que ya hace 6 meses) me dijo algo así como: “queridísimo hermano de mi alma, ¿Qué te parece si cambiamos tu laptop arcaica por la mía que es más nueva y más poderosa?”. Cuando yo obtuve mi primera computadora (que me fue cedida…) era un “vejestorio” y sin embargo todavía logré guardarla un par de os (incluso con Windows 98, cuando el XP ya había hecho su reinado de terror), hasta que ya no podía hacer nada en ella y cedí a usar una computadora nueva, con el horrible Windows XP, debo decir que me costó trabajo pero me acostumbre a la nueva computadora, vi que era más rápida y que lo único que conseguí al negarme de cambiar de computadora tanto tiempo fue el no poder gozar de mayor velocidad y mejores capacidades.

Por eso cuando me dijo que si quería su laptop acepté de inmediato. Pero luego, las palabras fatales… Justamente al encender lo primero que me topo en pantalla es un sonido espantoso y las palabras Windows Vista como anunciando el día del juicio final. En seguida corrí con mi hermano a reclamar ante el gato que me había dado por la liebre que yo esperaba. “Mira es software original y ya está pagado, así que úsalo, por que yo no pienso meterle XP nada más por que eres ideático respecto al Vista. Y como yo en mi vida he formateado una computadora (lo sé acabo de decepcionar a mis tres lectores que me consideraban un héroe…) pues decidí aguantarme y probarlo.

El Vista, siendo lo más honestos posibles, se ve muy bonito. Y creo que eso es todo lo bueno que tengo que decir de dicho sistema operativo. Gasta demasiado espacio duro tan sólo en el sistema operativo (creo que como 30gb…), la memoria virtual se ve ampliamente afectada por verse de manera “transparente” las ventanas. Cuando utilizas el alt + tab (para cambiar de ventana, para los que no sepan… pueden intentarlo) no sólo vas escogiendo los programas sino que sale una miniventana donde puedes ver que están haciendo (cuando están minimizados), eso también funciona cuando posas el Mouse sobre ellos. Además de todo ese gasto innecesario de recursos, pues como dije se ve bonito… pero nada más. El cochino Vista venía en ingles. Sumale que a los creadores de Windows les parece que para crear una nueva versión de sus sistemas operativos tienen que cambiar todo de lugar. Pues olvídate, los primeros días fueron un infierno, ni idea de cómo abrir mis archivos ocultos (sí, manejo carpetas ocultas, sobretodo para cosas privadas que no abro a menudo), de cómo buscar un archivo (nunca encontré el famosísimo inicio>buscar), de cómo hacer para que cuando cerrara la tapa de la lap no se suspendiera. En fin, toda una travesía.

El colmo, el office 2007 que me daban de “regalo”. Y súmale, también en ingles. Pues así estoy con el idioma inglés de default en el Word. También el teclado en ingles es decir, sin ñ. Por lo que para sacar la ñ tengo que cambiar de idioma el teclado y cada rato entraba la autocorrección en inglés (imagínate que cada que te topas con una palabra con letra ñ, haces lo que tienes que hacer para lograr escribirla y luego todas las letras subrayadas en rojo, por que el diccionario cambió a inglés…). Además el cochino office 2007 sigue la misma lógica del Windows. Me imagino a los programadores: “oye, hagamos algo nuevo, mira que te parece si escondemos todo lo que más usan los usuarios y lo ponemos donde no vuelvan a encontrarlo… ¿cómo que con qué fin? Pues para que aprendan a usar todo lo que pusimos de más que nunca usan, además de meterle más colorcitos y funciones estúpidas que lo hagan ver más mono” Se los juro, en el 2007 me costó tanto trabajo encontrar la bendita vista preliminar que cuando lo hice no me quedaban ganas de imprimir. El último colmo de esto, yo siempre escribo mis entradas en el Word y luego aplico la técnica milenaria del copiar & pegar al Blogger. Así sé que por lo menos pasó una vez por autocorrección. Pues con el bendito 2007 échale que tenía broncas con el HTML cada vez que pegaba una entrada al blog…

En fin, le sigo con el Vista. Se me trababan los juegos en línea. Cuando usaba el Utorrent botaba al modem inalámbrico (ya saben, cuando parpadea el foquito de en medio), creo que nunca se llevó bien con el modem, por que todo se abría más lento de lo normal y me lo botaba a ratos. Se trataba con el Gran Thief Auto: San Andreas. Se trataba con el Rakion, el Gunz, el Gunbound… En general con los juegos de pantalla completa. Para los que no les parezca suficiente, se trataba con el winamp, se trataba con el Mozilla Firefox. Pero eso no es todo, se trababa con el Word, se trataba con el Internet Explorer y lo más cagado, se trataba con el mismo Explorer.exe (o sea, el programa que funciona para abrir carpetas y la barrita esa de abajo donde salen que programas estas utilizando). Yo sólo me preguntaba ¿cómo carajos va a tener problemas con el programa básico para que funcione la compu? Pero así era la cosa.

Aguanté el tormento por unos seis largos meses, insistiéndole a mi hermano, ahora sí con la firme convicción de decirle “ya lo probé, no me gustó”. Por X o Y cosa no se podía y no coincidíamos en el mismo lugar (mi hermano y yo) y que hubiera el suficiente tiempo para reformatear y meterle XP a esta su lap (mentira, es sólo mía). Ahora aprovechando las vacaciones de semana santa, respaldé toda la información, le di la laptop a mi hermano y en dos días estaba todo listo. En el primero, reformatear y meterle el XP, en el segundo, conseguir los drivers e instalarlo. Y yo sólo me pregunto ¿Por qué carajos me esperé 6 meses para algo tan rápido?

Creo que mi propósito de año nuevo será aprender a formatear…

En fin, todo esto es por que estoy muy feliz, no hay como volver al XP y sentir como todo es como “mágico”. Jala bien, no tiene broncas, derepente se traba una que otra cosilla (y si entra por aquí alguien que piense que Windows es basura, me vale pito, no pienso aprender a usar otra cosa… por ahora) pero es como volver con una exnovia. Primero viste que la otra era más bonita y por estúpido superficial te lanzaste a sus brazos, pero entonces te das cuenta que no se lava los dientes, que es grosera y egoísta y que sólo se interesa por ti por el poco dinero que tienes (y con el que te da baje). Entonces piensas en tu exnovia, salen un par de veces al café y te das cuenta que tiene todo lo que te gustaba, logras que ella se fije en ti, tienen una relación y entonces te das cuenta que eres el hombre que en este momento se debe sentir en la mayor comodidad posible, por que ya sabes lo que tienes y como usarlo.


Oh XP, te extrañé tanto… No volvamos a pelear.


P.D. Olvídenlo, el problema del HTML también sale con este word y este XP... creo que más bien el blogger fue el que cambio...

martes, 14 de abril de 2009

Y de noche vivía

-Pues sí la dejé ir, ya vez como son ellas, siempre pensando en compromisos, siempre queriendo formalizar. Pero yo no soy de esos, nunca lo he sido y no tengo intenciones de empezar, por eso le dije que podía tomar sus cosas y salir de aquí.

-Pero creo que fuiste un tanto pesado, bien sé que ella te quería. Tantas veces y a todo el mundo le decía que te amaba. Tú, el hombre de su vida, la razón por la que seguía aquí y así es como le pagas. Diciéndole que se largue. Menuda conciencia te has de cargar.

-Lo sé, soy el hijo de puta, todos lo dicen, unos por que me conocen otros por que no. Pero no importa, yo no vivo para satisfacer los deseos de los demás, y créeme no pienso quedarme con una persona sólo para llenar sus expectativas, hacer sus deseos e ilusiones color de rosa realidad. Si ser una persona que piensa en su propia felicidad me hace un hijo de puta….

-Bueno hombre, pero yo no te dije que fueras un hijo de… Yo sólo te decía que debe ser difícil, pasar de una a otra así, con tanta rapidez, tanta… naturalidad. Las personas normales por lo general duramos más de tres meses con la misma chica y no corremos a buscar otra cuando terminamos con la anterior, por respeto. Son cosas que creo que deberías entender.

-Respeto que seas mi amigo, mas difiero en tu opinión. Puedes verme como un inadaptado por no respetar las reglas sociales y alarmar a los “normales” por no respetar el famoso “tiempo de luto” al terminar una relación, pero nada tiene que ver eso con faltarle el respeto a nadie. Si yo termino con una chica, terminamos y ya, desde ese momento no me parece razonable preocuparme por lo que ella piense, que si hago o dejo de hacer le afecte. Cada quien es responsable de cómo le afectan las acciones de los demás. Es como si yo me enojara contigo sólo por que traes esa horrible playera rosa…

-Bueno bueno, pero hay de cosas a cosas, mira que dejarla fue una cosa pero la chica de ahora… Por dios, tú sabes lo que se dice por ahí. Mira que puedes mandar a la goma las reglas sociales, pero la reputación, esa no tiene precio. Yo bien sabes que te apoyo y respeto tus decisiones, pero deberías pensar un poco en cuanto puede perjudicarte. Bien sabes que ya dicen cosas de ti, pero ahora…

-Ahora y siempre, si eso me importara creo que iría más a la iglesia y menos a los burdeles, por lo menos aparentaría que así es. La verdad es siempre tan relativa que ya nadie busca una verdadera, a las personas les contenta saber lo que los demás, llegamos a la verdad por democracia y así se hacen las cosas. Por eso me miran diferente, por eso hablan, por que amenazo su estado, por ser excéntrico, no formo parte de ellos y claro, tampoco será así con la mujer que esté conmigo. Gracias por la copa pero tengo que irme.

-Erhmm, sí claro… Por cierto, me la saludas.







Su silueta se distingue detrás de las cortinas, sé perfectamente que fuma un cigarrillo, tengo que decirlo, su cuerpo me vuelve loco, de sólo imaginar que está en el balcón… bueno, me hace mirar a la cama y recordar que no sólo sirve para dormir. A ella, a ella la he querido desde hace tanto. Claro un mes nunca parecerá suficiente para la gente “normal”, menos mal que yo no soy así. Me encanta, me gusta como me escucha, adoro sus pláticas de café, la manera en que fuma sus cigarros, la manera en que fuma mis cigarros, y cada noche, cada noche que pasó con ella culmina en la madrugada. En realidad no entiendo como alguien cree que me preocuparía lo que dicen los demás. Alea jacta est, dijo Alejandro. Alea jacta est y me quedé con ella.

sábado, 11 de abril de 2009

Todo tiempo pasado fue mejor



Sucedió en la primaria general no. 5, en el año de 1998, él estaba en cuarto año, ella en el sexto. Se podría decir de él (E…) que era un chico demasiado introvertido, para los maestros había sido una experiencia gratificante y a la vez problemática durante su recorrido escolar pues así como era un estudiante aplicado, era un desastre social. No podía llevarse con los demás niños, no era tanto por que lo molestaran o por que E… fuera agresivo, más bien se debía a que él no tenía interés en relacionarse con ellos. Se pasaba las horas solo, durante las clases y en los recreos, sólo había uno que otro niño al cuál le dirigía la palabra, pero sólo lo más elemental. Si acaso rompía esa monotonía era durante la hora de deportes y participa en los juegos con los demás. Cuando estaba en segundo año reportaron que hablaba solo, la maestra F… preocupada le preguntó si tenía algún amigo imaginario, pero no, a él simplemente le gustaba hablar cuando no había nadie más. Los maestros lo consideraban un bicho raro, pero como no era agresivo ni causaba mayores problemas (además de tener buenas calificaciones) la mayoría no dedico más de diez minutos a saber que pasaba con E…

Ella se llamaba A… pero a E… siempre le gustó llamarle LL (doble L). Ella era la chica más popular de la escuela, una niña muy bonita y siempre rodeada de amigas. Era muy alegre, agradable y además era una alumna aplicada. Entre la escuela se decía que era la más linda y las maestras siempre la usaban como ejemplo para las demás, por que no sólo era una niña bonita de familia bonita, sino también una buena alumna. Además a LL le gustaba cantar y cada año arrasaba en el festival escolar, por eso cuando a los niños les empezaron a gustar las niñas LL fue todavía más popular. Como ya estaba en 6to grado era normal que a ella también le interesara el sexo opuesto y ocurrió lo más lógico en su situación, no sólo llamaba la atención de los niños de la primaria, sino también de los chicos de la secundaria. F… un chico de segundo de secundaria comenzó a frecuentarla, a el le gustaba jugar futbol, era guapo y además tenía un carisma que lograba que a pesar de ser un alumno casi mediocre tuviera la amistad y apoyo de los otros chicos y el cariño de sus maestros. Como era de esperarse, F… y LL se hicieron novios. Salían juntos de la escuela, él la acompañaba a su casa, se quedaban un rato afuera hasta que su mamá salía por ella y ella se despedía con un discreto beso en los labios.

La situación en la casa de E… no era la más agradable, papá siempre fue muy dedicado en su trabajo por lo que llegaba a casa a altas horas de la noche, pero el dinero no era suficiente para poder pagar la casa, por lo que mamá también tenía que trabajar. Su hermano mayor estaba en otra escuela, por lo que E… tenía que esperar en su primaria hasta las 3 de la tarde para poder irse a su casa, pues aún cuando salía a las 2 su mamá apenas salía del trabajo y lo más temprano que llegaba a ir por él era a las tres (usualmente tenía retrasos por culpa del jefe). Por lo que cada tarde pasaba los primeros veinte minutos de la salida observando como los otros niños eran recogidos por sus padres, los próximos cuarenta (o más) minutos se los pasaba hablando solo, en medio del patio esperando a que llegaran por él. Solamente el portero, la secretaria y uno que otro esporádico compañero que se quedaba hasta tarde (por que sus papás habían tenido un contratiempo) sabían de sus tardes solitarias.

A pesar de estar en la misma escuela LL no conocía a E… cosa lógica pues E… no sobresalía más que como el bicho raro que pocas personas se dedican a observar. También era lógico que E… sabía quien era LL y no sólo eso, LL le gustaba, pero también sabía que estaban lejos, muy lejos dentro de ese universo infantil que es la escuela primaria. En primera estaba la barrera de 4to a 6to año, además de esa creencia que dice: “las niñas maduran dos antes que los niños” (osea que ya estaba cuatro años atrasado). Luego, estaba el hecho de que ella era la niña más bonita de la escuela y él… pues él ni siquiera era uno más del montón, estaba fuera del montón, por lo que sólo se dedicaba a pensar en ella, imaginaba muchas cosas, como que la invitara a tomar un helado o a pasear al jardín central, pero todo era eso: simple imaginación. E… estaba consciente de que para ella, él ni siquiera existía.

Lo ilógico sucedió precisamente cuando LL comenzó a tener a su novio de la secundaria, la secundaria estaba separada de la primaria por una pared, pero eran parte de la misma institución, por lo que era muy común que alumnos de primaria tuvieran hermanos en la secundaria y viceversa. Por lo que generalmente los chicos que se quedaban hasta tarde eran los que esperaban a sus hermanos salir de la secundaria. Por ello LL pasó a formar parte de este grupo de los que se quedaban hasta tarde esperando a los de la secundaria (mientras la primaria salía a las 2 de la tarde, en la secundaria la hora de salida generalmente era a las 2:30), pasó a formar parte de la vida de E…

La cosa fue así, LL estaba acostumbrada a estar con sus amigas y a ellas les agradaba ir con ellas a la hora de la salida, pero por más que les gustara su compañía sus padres llegaban por ellas y eso generalmente era antes de que saliera F… de la secundaria, por lo que ella cada vez era más el tiempo que pasaba sola a la hora de la salida. Mientras esperaba y sus amigas se habían ido no tenía nada que hacer, intentó por un tiempo hacer la tarea, leer un libro, hacer dibujos, pero con el paso de los días todo le iba aburriendo. Tal vez por eso fue que notó al niño raro, a ese solitario pequeño que se encontraba al otro lado del patio. Que al parecer se divertía hablando solo.

-Hola.

-erhm… Hola.

-Mucho gusto, yo soy A… ¿tú como te llamas?

-Soy E…

-¿Y por qué andas aquí solo?

-Espero a mi mamá…

-Vale, yo espero a un amigo, si quieres podemos jugar en lo mientras.

Y así comenzó todo, E… se ponía nervioso cuando ella se acercaba, pero a la vez era feliz por eso. LL en un principio estaba intrigada por el niñito raro, pero con el tiempo se dio cuenta que le agradaba su compañía. Él sabía escuchar y hacía buenos juegos. Realmente le hacía muy ameno ese tiempo tan fastidioso entre salir de la escuela y ver a su novio. Además había algo que E… sabía hacer, lo que lo hacía tan especial, el secreto que nadie más conocía.

-¿Por qué siempre hablas?

-¿A qué te refieres?

-Pues a que… ¿Por qué siempre estás hablando solo?

-Ahhh… te lo digo, pero es un secreto.

-Y… ¿Puedo saberlo yo?

-Pero sólo tú… En realidad no estoy hablando solo, en realidad estoy contando historias.

-¿Contando historias?

-Sí, me gusta mucho contar historias, cuando estoy aburrido cuento historias.

-¿En serio? Eso suena muy bien, a mí me gusta mucho que me cuenten historias… ¿Me contarías una a mí?

-Ehmm… bueno.

Y así pasaban las tardes, jugando y cada día el preparaba una historia para contarle. Poco a poco él se enamoraba de ella, pero como todo niño, no sabía que hacer con ese enamoramiento. Ella le tenía mucho cariño, cada tarde que compartían, poco a poco los acercaba y lo comenzó a considerar un verdadero amigo. Ella era la primera persona que sobrepasaba la barrera de su soledad, de su indiferencia. LL no respetó la regla de no le hables al bicho raro, a pesar de que sus amigas no aceptaban a E…, a ella le parecía un niño fantástico. La cercanía de diario hizo que E… pensara día y noche como hacer para demostrarle lo que sentía.

Un día nadie pudo ir por E… a la escuela, su madre estaba trabajando horas extra, su padre como siempre regresaría hasta la noche. E… se disculpo con LL y partió temprano a su casa. Al llegar abrió la puerta de manera silenciosa (siempre le había gustado moverse de forma sigilosa) y se dirigía a su cuarto cuando escuchó voces en la sala. Con cuidado de que no se dieran cuenta se asomo lentamente al lugar y se dio cuenta que su hermano mayor estaba con una muchacha de su misma preparatoria (tenían el mismo uniforme). Se hablaban de forma melosa, ella lo miraba con unos ojos que sólo puede tener una chica cuando ama a los quince años y él, insistía en que tenían todo el tiempo del mundo, que le permitiera hacer algo, cuando ella le preguntó que era lo que quería, él le dijo que quería demostrarle cuanto la quería y se quito una a una todas sus prendas hasta quedar desnudo. E… sin hacer el menor ruido se dirigió a su cuarto. Tratando de entender lo que estaba sucediendo.

Eran ya los últimos días de clase y LL pronto partiría a otra escuela, sus padres ya se lo habían confirmado y ya lo sabían todos sus compañeros, que incluso le organizaron una despedida. E… sabía que era el tiempo para decirle cuanto la amaba o si no tal vez no lo haría nunca. Sabía que no era una idea fácil de realizar, pero el plan para hacerle entender cuanto significaba ella para él se estaba llevando a cabo.

En la última semana de clases se celebraba el festival escolar, mismo en que LL se había lucido los años anteriores. Como cada año, estaban los puestos de comida, de frituras, fruta, bebidas y uno que otro concurso; los niños pequeños jugando por el patio, mientras los más grandes trataban de comprar en las interminables filas de los puestos. Los chavos de 6to año se encontraban hablando de a que secundaria iría cada uno, quienes irían a la misma, quienes no tendrían ningún amigo cerca y los casos raros que incluso se cambiaban de ciudad. El micrófono interrumpió las actividades, anunciando que comenzaría el concurso de canto.

En el concurso participaban sólo los alumnos que así lo quisieran, podían cantar de manera individual o en parejas. Lo cierto es que a pesar de que muchos se inscribían, pocos tenían madera de cantantes, entre ellos estaba LL por eso todos esperaban su presentación (y por lo general las maestras la dejaban al final, para cerrar con broche de oro). Ese año pasaron un par de duetos, bastantes individuales, pero sólo algunos de 5to y de 6to hicieron que todo el público aplaudiera. Después de eso salió LL. Cuando cantó todo el mundo aplaudía y le apoyaba. Era una canción acerca de una niña que extraña su papá, que a su corta edad entiende que el no volverá, pero que aún así lo quiere tanto que le pide que regrese aun cuando ha muerto en la guerra. Juro que pude ver algunas maestras y una que otra madre de familia llorar con la interpretación de aquella niña.

Cuando ya todos se disponían a seguir con el festival se anunció que faltaba una persona más: el alumno de 4to año E... iba a cantar. Se escucharon muchos rumores, al principio por que nadie sabía quien era E… después (cuando alguno lo averiguó) por que nadie creyó que el niño raro de la escuela quisiera (o pudiera) cantar. Pero ahí estaba en medio del escenario dispuesto a cantar. Centro su mirada en LL y de ahí no la quitó mas que para indicarle a la maestra que diera paso a su pista. La canción no le quedaba, su voz era buena, desafinaba como era lógico pero la gente pudo darse cuenta que tenía sentimiento, pero la canción no le quedaba, era de un hombre que desea a una mujer casada, de un hombre que prefiere perder su moral, su decencia, sus ojos, su nombre, su persona, que prefiere desaparecer antes de seguir viviendo sin ella. De un hombre enamorado, en el más estricto sentido romántico. La mayor parte de las personas se sorprendió de con cuanta fuerza cantaba, tanto sentimiento en un niño, aún así cuando ya terminaba la canción todos estaban aplaudiendo. En ese momento, todo se congela, por que sucede lo que nadie pudo imaginar. Mientras está cantando la última parte de la canción E… comienza a quitarse la ropa. Todos pensaban que se trataba de una broma, pero él no se detenía, ya estaba semidesnudo cuando una maestra corrió a detenerlo. Alcanzó a tomarlo por los brazos cuando ya sólo estaba en calzoncillos. Pero su mirada nunca se desvió de LL. Después de eso…

Después de eso, los niños lo vieron como un héroe (en contra de la autoridad) y como el payaso que se quiso desnudar enfrente de toda la escuela. La directora trató de aplicar un castigo justo a lo que había hecho, aunque realmente no podía expulsarlo por eso… políticas de la empresa. Total que llamaron a los papás, lo recomendaron con un psicólogo, tratando de convencerlos de que no era conveniente que siguiera en esa escuela. Los papás lo regañaron, no lo comprendieron, lo castigaron, lo que cualquier padre normal hubiera hecho con el anormal de su hijo. Su hermano… digamos que nunca lo dejó en paz (incluso hasta la fecha saca a tema la embarazosa situación). Y LL…

Era el último día de clases, dos días después del festival escolar. Ya casi todo el mundo se había ido de la escuela y se sentía esa soledad en el ambiente, cuando todo se muere. E… esperaba a su madre como siempre (casi como siempre, por que todavía estaba muy enojada por el incidente) y como siempre estaba contando una historia a sí mismo, cuando levantó la mirada y vio a LL delante de él. Pasaron muchos pensamientos por su cabeza, tenía miedo de que estuviera enojada, pero también estaba seguro de lo que sentía. Recordó que era el último día y que tal vez nunca más la volvería a ver. La miró a los ojos, siempre la miró a los ojos.

-Yo… lo de… la ropa… bueno, yo te qui…

-No te preocupes

Y mientras le sonreía, se acercó a él. Depositó un suave beso en su mejilla, volvió a sonreírle y antes de que el dijera algo más, dio media vuelta y se alejó.

viernes, 10 de abril de 2009

Casi al final




Es curioso como nos comportamos en ciertas situaciones específicas. El ser humano es una raza bastante peculiar dentro de la naturaleza, yo creo que es el ser más antinatural que existe. Por un lado tenemos a la dichosa inteligencia, de la que nos jactamos y con la que racionalmente nos separamos del resto de los animales. Por otro lado, la inteligencia nos da pie a desarrollar un autocontrol. Podemos estar frente al plato más suculento del mundo con los jugos gástricos deshaciendo nuestro estómago y aún así no comer. Podemos dejar de fumar, de beber, de comprar, de follar, podemos llegar al grado de morir al no querer satisfacer nuestras necesidades.

Normalmente hacemos uso de nuestro autocontrol por razones bastante razonables. Dejamos de comer grasas y alimentos chatarras, queremos mantener un peso saludable. Le decimos adiós a los refrescos y al alcohol para darle un descanso a los riñones. Evitamos tocarle el trasero a la deliciosa mujer del jefe, por que ¡es la deliciosa mujer del JEFE! Y así seguimos, manteniéndonos a raya de las cosas que si bien no tuviéramos esa inteligencia correríamos por puro instinto a satisfacernos. Pero no, en lugar de eso, nos aguantamos y cuando tenemos la oportunidad traspolamos todas las ganas que teníamos con el primer objeto en otro. Si por ejemplo yo vi a Fulanito comerse un helado, se me antojó de muerte pero pues no le pedí ni una chupadita, pues me desquitaré tiempo después cuando tenga la oportunidad de comprarme un helado para mí.

Yo creo que por eso es que la gente se toma mucho tiempo cuando realmente quiere disfrutar, después de tener todo el autocontrol para no hacer muchas cosas que le gusta, se toma su tiempo, prepara toda la situación para satisfacer a manos llenas sus deseos. Entonces sí es cuando disfruta, pero es una cuestión muy especial por que la gente entonces no se apresura, sino que entra en otra realidad, una dimensión del placer donde todo lo que importa es gozar. Y ahí están bebiendo su copa de vino importado, fumando un habano fino, besando a una mujer exquisita, pero todo con su debido tiempo y lo mejor de todo, es el final, siempre se nota cuando ya va a ser el final, por que hay un momento de espera, es como si todo se detuviera por un segundo en el aire, antes de darle el último sorbo, mordida, beso y darse por servido.

Es precisamente en ese segundo, cuando todo queda en el aire, en que puede suceder la otra situación curiosa, en la que bien sabes lo que quieres, en la que puedes tener todo preparado: los boletos para el viaje a España, la carta de amor dirigida a esa persona (hasta con los timbres puestos), el libro que tanto trabajo te costó conseguir junto a un buen café y sin embargo; por alguna extraña razón nos mostramos reticentes a realizar nuestros deseos. Podemos tener muchas ganas de hacerlo y estar casi locos por aguantarnos, pero no lo hacemos. Es como si tuviéramos miedo… pero no tiene sentido, ¿miedo al placer? ¿A lo que nos hace felices?

Y así estamos a veces, a un paso de distancia de la felicidad, ya casi al final del viaje, sin lograr dar el último estironcito, detenidos sin tener una razón valida ni una explicación lógica, evitando ser felices, como si no lo quisiéramos, es como… como una trampa de arena, que lentamente te va deteniendo hasta que llegas al grado en que no sabes como salir de eso, ¡Cuando ya estabas a punto de llegar a lo que tanto deseabas! Pero así somos los humanos de incomprensibles, tan racionales y a la vez tan antinaturales, tan ilógicos, que a veces no tenemos la fuerza suficiente para dar un último pasito… Un último brinquito rumbo a nuestra felicidad.

De como conocer a otras personas





Te acercas a una persona, la miras de arriba a bajo, observas su cabello, el color de su piel, la calidad y el tipo de ropa que usa, su estatura, su complexión y a partir de ahí te vas creando una expectativa de que tipo de persona será. Si es hippie, fresa, punk, dark, hija de papi, hijo de mami, riquillo, jodidón, cholo, puto, zorra, interesada, jinetera, etc.

Luego de eso procedes a saludar a la persona, le preguntas su nombre, te portas cortés, quieres saber sobre sus intereses, que hace en la vida, de donde viene, adonde va. Dejas que te pregunte también, por cortesía, pero también por ver adonde dirige sus inquietudes: si sus preguntas son personales, si son sobre tu ropa, si son sobre el clima, sino hace preguntas. Lo importante es que sigas con la conversación, dándote cuenta para donde va, si los temas que surgen son interesantes para tu interlocutor, si son interesantes para ti, si bosteza o mira hacia otro lugar, o si por el contrario mantiene la mirada en ti y responde a lo que le dices. De aquí te vas haciendo una segunda opinión. Puede coincidir con tus expectativas y entonces tendrás una persona estereotipada. Si lo que buscabas es un estereotipo lo has logrado.

Ahora que si tus expectativas no corresponden con la persona a la que estás tratando, deberías preguntarte el por qué de ello, si tu observación fue mala o si en verdad la otra persona no responde a un estereotipo. Si es la persona la que es diferente, que no pudiste adivinarla desde lejos, entonces probablemente sea una persona interesante. Con un par de conversaciones más que mantengas con esa persona podrás darte cuenta si vale la pena o no seguir buscando en ella.

Si después de todo, la persona sí es diferente de como se ve, te parece interesante, te agrada su compañía y crees que merece la pena ver como es por dentro. Acércate a ella, deja que se te acerque a ti, compartan un tiempo juntos, miren si les gusta hacer alguna actividad común. Y cuando haya llegado al punto en que puedas sentir que realmente es algo más que una persona extraña, más bien una persona conocida, asimilada… una parte de ti. Entonces sí, escribe sobre ella.