Mi vista se queda fija en un punto cualquiera, mientras la pantalla se vuelve borrosa, llevo más de 16 horas frente a este ordenador y hasta ahora he conseguido... Nada. Nada más allá de lo oficial: que es un misterio, que no nadie sabe como ocurrió, el par de sospechosos y nadie para aclarar el crimen. No logro encontrar un número de teléfono, una dirección, por lo menos una de correo electrónico. Pero no hay nada, es como si de pronto toda la información acerca de ella se la hubiera tragado la tierra. Me preocupa, en verdad me preocupa y la incertidumbre no hace más que aumentar mi estrés. La incertidumbre de no saber que hizo ella, de que hizo él. De si fueron ellos o hubo otras personas involucradas. Me preocupa saber si se está escondiendo o si ya la encontraron y la tienen desaparecida. Quisiera volver a verla, de ahí lo extenuante de mi labor, tratar de ganarles a ellos con todos sus medios. Yo un simple hombre y su ordenador…
He hecho el contacto en un par de lugares, de ahí sólo queda esperar. Eso sí no soy yo el que se vuelve loco, a cada momento que pasa, pensando en la tortura, pensando en la violencia. Sabiendo que si me acerco yo también corro el riesgo de terminar igual, por mi sanidad mental, por mi seguridad personal, debería permanecer alejado. Es el estúpido corazón el que no me deja.
Sólo esperemos que todo salga bien…
He hecho el contacto en un par de lugares, de ahí sólo queda esperar. Eso sí no soy yo el que se vuelve loco, a cada momento que pasa, pensando en la tortura, pensando en la violencia. Sabiendo que si me acerco yo también corro el riesgo de terminar igual, por mi sanidad mental, por mi seguridad personal, debería permanecer alejado. Es el estúpido corazón el que no me deja.
Sólo esperemos que todo salga bien…