sábado, 26 de enero de 2008

Improperios

Hoy me permito hacer lo que otros días no hago y es escribir sin un fin específico. Si estuviera escribiendo para alguien en especial. Lo estoy haciendo, estoy pensando en ti. Pues sucede que estoy deprimido. Quiero pensar que es por que me he sentido solo a causa de pasar mis días tan tristemente abandonado en mi habitación rentada. Quiero pensar que es por la falta de sueño, la mala alimentación y los excesos. Quiero pensar que estoy deprimido por causas orgánicas. Por problemas en mis hormonas. Pero estoy seguro que algo tiene que ver contigo. No sé, hay días en que realmente quisiera que fueras la persona en mi vida. Pero ya queda más que claro que no es así. Creo que eso es lo que duele tanto.

Te lo digo y lo repito, tengo la vida ante mis pies. Estoy seguro de a donde voy y que quiero lograr. Sueño con mi doctorado, la publicación de mis libros, ser esa gran y enorme persona. Sueño a tirarle a lo grande. Pero a cada día que pasa me queda más en claro algo. Todo lo que haga, todo lo que logre y todo lo que llegue a hacer no me llena a menos que tenga a alguien con quien compartirlo. Tengo muchos videojuegos, películas, música, libros y todos están esperando a alguien que los juegue, que los vea, que los escuche y los lea… Lo que quiero decir es que, un amanecer es hermoso, pero sólo es realmente hermoso cuando lo compartes con alguien y yo. Yo no tengo con quien compartirlo.

Me falta esa pasión y lo he notado ya en cada aspecto de la vida. Una vez resueltas mis necesidades básicas no hay ninguna otra pasión o urgencia que me mueva a hacer algo más. Es cierto, tengo un gran deseo de aprender y moverme en la escuela; pero no tengo amor, no tengo a quien amar y mi vida pierde todo sentido después de eso. En esos momentos es cuando se siente la soledad. La soledad no la hace el que no haya ninguna persona alrededor mío, más bien lo hace el que no esté una única y especial persona cerca de mí.

Lo peor es que noto que quien me rodea no es para mí, al menos así lo creo. No siento la pasión, no siento las ganas de hacer todo lo que está en mi mano por estar con la otra persona. No siento que esté haciendo el amor. Simplemente no siento nada. Me siento terriblemente solo y lo único que puedo hacer es fumar, masturbarme y seguir viviendo día tras día sin que nadie note como me siento. Si pudiera gritar… un grito de ayuda.

Pero todo queda en silencio. No quiero causarte más problemas. Me acuerdo de ti y me duele. Quiero estar cerca y bien sabes que yo soy una persona alegre, viva, brillante. Pero cuando reapareces… Creo que no puedo estar cerca de ti sino es amándote. Por eso me duele, por eso no resisto que me cuentes acerca de “eso”. Por eso no he visto aquella película desde entonces. En verdad que se siente horrible quererte y ver que eres lo más cercano al amor de mi vida. Y ver que a fin de cuentas no estás conmigo.

Disculpa que a cada momento lo saco a colación, que si yo te dije que te amaba hace tanto, que si tú me pediste que te buscara. Y a fin de cuentas sólo terminamos en problemas. Por eso, ya no sé que hacer contigo. A cada momento me deprimo más conforme no hablamos y cuando hablamos tal vez es peor. En fin, creo que este amor ya está más que prostituido así que no queda más que recoger los pedazos y llevarlos a casa.

Bebésos

1 comentario:

+*¨^¨*+ Un AnGe MoRt •·.·´¯`·.·• dijo...

Termina ya de matarme

Acaba ya tu sufrimiento

... No soy nadie para decirte que hacer