domingo, 24 de febrero de 2008

Gatos y papas

Una patata rodaba por la calle y veía la tristeza, en la soledad, en la pobreza.

El gato le maullaba a la pobre papa, que no podía detenerse a ver que del otro lado estaba la felicidad.

Pero el señor con su escoba, corrió al gato de la ventana, para que no volviera más.

La hija era alérgica y no podía soportar el pelo del mínimo y rompía a llorar.

Pero no se preocupe señor lector. La papa sigue viva y el gato feliz.

1 comentario:

Espaciolandesa dijo...

Espero que la papa haya llegado a un parque con mucha tierra y haya tenido retoñitos :)