martes, 5 de enero de 2010

Sin ti

Recuerdo que tuve una amiga hace un tiempo con la que me conecté de inmediato: Nos gustaba el arte, fumar y salir a caminar bajo la lluvia. Había química entre nosotros, la suficiente para ser amigos, pero no para algo más. Me sentí como pocas veces, como en familia.

La gente cambia, yo cambié, ella cambió. Tiempo después la busqué y la invité al café pero ella no podía por que tenía que ir a su trabajo y sólo pudo dedicarme una sonrisa.

Otro día le dije que saliéramos al jardín, el clima estaba hermoso y tenía una cajetilla nueva para compartir. Tengo que salir con mi novio pero te prometo que luego iremos Y su sonrisa de nuevo.

No se te antoja una peli, me dijeron de una de cine de arte, como las que te gustan. Apenas tuvo tiempo de responderme que lo haríamos en otra ocasión, tenía que prepararse para la boda de su hermana. Me sonrío como antes, apenas unos instantes antes de salir corriendo.

Hoy pensé en ella, mientras navegaba por la red. “Tu amiga” está conectada. Apenas pude mandarle un “hola, ¿como estás?” Antes de decirme que estaba ocupada terminando su tésis, que la disculpara. Eso fue hace dos meses. En verdad que uno puede extrañar una sonrisa.

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