sábado, 18 de agosto de 2007

Día 1 (Sindrome de Abstinencia)

La noche anterior fui a despedirte, nuestra primera separación en casi un año de relación. Debo decir que desperté temprano como era mi costumbre –antes de conocerte- a encender mi respectivo cigarrillo. Al dar la última bocanada ya tenía la computadora encendida, pensé en trabajar un par de horas en esa novela que desde hace años te venía contando, tardé tres párrafos en recordar que debía realizar correcciones en tu respectiva obra literaria por lo que mejor decidí desayunar.

Al mediodía comía vagamente los restos de la noche anterior mientras hojeaba ese libro que hace meses empecé a leer. Podía hacer lo que quisiera sin tomarte en cuenta, salir, conocer un par de chicas, disfrutar nuevamente de carne fresca. Tal vez otro día, hacía tanto tiempo que no estaba solo que necesitaba aprovechar.

Mientras el cenicero se iba llenando cada vez más de colillas, yo escribía mi historia acerca del chico esquizofrénico que cada día se pierde más entre la realidad, sus escritos, las mujeres, las alucinaciones, las visiones ajenas y la historia misma. Simplemente escribiendo sobre algo que conozco bien. Después de un par de horas, encendí el televisor, me senté frente a la computadora y fingiendo trabajar o tal vez entretenerme –una actuación digna de mi público recurrente- encontré esa imagen, que venía buscando desde hace bastante tiempo. Con sólo mirarla me encerré completamente en mi espiral, olvidando absolutamente todo el día, olvidando tu persona, olvidándome a mí mismo.

Cuando desperté, ya estaba dormido sobre mi cama, terminé de desvestirme, encendí un cigarrillo, fumé bocanada tras bocanada concentrándome profundamente y sin pensar realmente en nada. Consumiendo el último tanto de tabaco caí rendido.

1 comentario:

suspiros dijo...

eres realmente genial cuando te inspiras