sábado, 18 de agosto de 2007

Día 7 (Sindrome de Abstinencia)

Apenas estaba despertando y pude sentir todos los síntomas de depresión. Por una parte seguía sin apetito, el sueño se me había ido dos horas antes de levantarme de la cama y no lo pude recuperar en todo ese tiempo -lo que me dejó levantado a las 10 de la mañana- mientras me revolcaba de un lado a otro hasta por fin levantarme a fumar. Ese era el otro síntoma habitual, que era extraño de por sí justificarlo sólo a la depresión ya que fumo para todo: cuando estoy feliz fumo un poco para celebrar, cuando me enojo fumo rápidamente para despejar ese sentimiento, cuando estoy excitado fumo en bocanadas profundas y tratando de enfatizar el como saco el humo y cuando estoy triste, fumo como alguien que sabe que pronto puede morir.

Y ahí estaba yo en nuestra casa absolutamente solo fumando en la oscuridad de nuestra recamara. Te extrañaba como nunca. Creo que lo más que nos habíamos separado eran tres días pero ahora sentía que hubieran pasado años desde que la casa tuvo tu presencia. Todo estaba en verdad desordenado, la cama no la había tendido en todos estos días, la cocina regada llena de más ceniceros que platos sucios, el baño estaba rebozando de papeles que estaban a punto de desbordarse del basurero. Todo parecía reflejar el como me siento por dentro cuando no estás.

Mi libido a su vez estaba que no me dejaba sentarme tres minutos tranquilo sin sentir que debía tomar medidas. A los quince minutos recordé aquél video que tomamos alguna vez. Media hora estuve como loco moviendo todos los armarios, los libreros, los cajones, cajas y cualquier lugar donde pudiera estar ese video pero sin rastro de el. Cinco minutos después cuando decidí ver cualquier otra cinta descubrí que misteriosamente nuestro video ya estaba en la video casetera. Me recuesto sobre la cama dispuesto a disfrutar del espectáculo y me preparo con cigarrillo en mano y cenicero sobre la mesita de noche.

Ahí estabas tú, unos meses atrás, con ese conjuntito de colegiala sexy que tanto me costó que te decidieras a ponerte. Yo detrás de la cámara interactuó contigo mediante pequeños diálogos pero tratando que toda la acción se centre en ti. Pones esa cara lujuriosa que sólo he podido encontrar en ti, esa mezcla perfecta de dos partes de erotismo, una de inocencia y otra de una locura discreta. Comienzas a jugar por debajo de la falda dejándonos a los espectadores pendientes de lo que en verdad sucede, mientras vas aumentando el ritmo te recuestas sobre la cama y dejas ver como te tocas por encima de unas panties completamente infantiles. La temperatura aumenta y vas quitándote la blusa mostrando un par de senos demasiado deliciosos con sus pezones erectos y como pidiéndome participar. Sigues tocándote y tus famosos gemidos no se hacen esperar, se puede oír perfectamente como gimes de la manera más real que haya yo escuchado en mi vida. Bien sabes que por esos gemidos fue que me gustaste tanto.

Apenas llegaba a esa parte cuando no pude resistirme más. Mi amor por ti terminó derramándose en mi mano. Poco a poco sentí como me iba separando de todo, como caía de nuevo en mi espiral. Como a pesar de saber perfectamente que seguía en mi cama me iba a Francia en busca de ti. Caí profundamente dormido. Por suerte el cigarro se había acabado mientras te quitabas la falda.

De noche desperté mirando hacia tu extremo de tu cuarto sólo para ver que tu ausencia continuaba, quedaba todavía una hora para tener que irte a recoger y la espera en esos momentos puede ser la más horrible de todas. Bien dicen que la hora más oscura es la más cercana al amanecer. Ahí me tenías de un lado para otro, sentándome en un sillón, parándome para sentarme en otro, encendiendo un cigarrillo, apagando el siguiente. Todo para que pasara una hora con la rapidez de otro año.

Te extrañé, te dije, Yo también, me respondiste. Durante el camino no hablamos mucho, tú dormías en el asiento del copiloto y yo trataba de que no nos estrelláramos en el camino. Tan pronto llegamos fuimos a la habitación y cuando quería decirte algo acerca de todo lo que ha pasado, dijiste que estabas cansada y que si podíamos hablar mañana. Yo por supuesto acepté y ahora termino de escribir estás líneas mientras te veo dormida en nuestra cama. Espero que al leer esto puedas en verdad perdonarme por todo lo que pasó en tu ausencia, pero sobretodo por que te dejara alguna vez ausentarte. Por que tú bien lo sabes, eres mía, para hoy y para siempre.

5 comentarios:

Dream Weaver dijo...

REGRESASTE!!!!!!! XD
Qué bueno es tenerte de vuelta, la verdad, un escritor muere escribiendo, ése es tu destino. Veo que subiste muchos escritos de un sólo jalón, y la verdad es que ahorita vengo medio ebria y no puedo leerlos todos XD, pero cuando ya esté perfectamente sobria los checo (aunque muchos ya los he leído) y te dejo alguno que otro comentario en el que sea.
Ojalá hicieras el epílogo que tanto te pedí. Aunque no te presiono, con que hayas regresado es suficiente por ahora XD
Cuídate muchacho, te deseo lo mejor con todo (sabes en especial con qué) y estaré al pendiente de tu blog, como siempre.
Besos!!! n_n

Akane dijo...

oye hasta qeu te encuentro derrpente te desapareciste
lindo post

Erick Bailón dijo...

Muy buena la historia solo que dices que hace falta un poko mas, se espera con ancias el nuevo trabajo, es muy cierto esto ya que como te comente en algunas ocasiones usamos el termino: y si?.., es algo que suele suceder pero pues que mas expresandolo en unas cuantas lineas que pueden encontrarse con algunos otros.

+*¨^¨*+ Un AnGe MoRt •·.·´¯`·.·• dijo...

Y la audiencia pide mas de Eco...

Porq no publicas algo nuevo amorcin??

Lechuga dijo...

me gustan mucho tus relatos...... te has ganado un link a mi infrecuentemente visitado blog n_n

sigue asi... vas bien n_n

saludos~